Esta mañana, en un hospital, he escuchado la siguiente conversación entre un paciente y una enfermera:
– Paciente: ¿Usted sabe qué debo hacer para donar los órganos o mi cuerpo a la ciencia?
– Enfermera: A ver, debe hacer o una cosa o la otra. Las dos a la vez no se puede. Para dar los órganos sólo necesita que sus familiares estén avisados; para donar su cuerpo a la ciencia debe dirigirse a una dirección que ahora le facilitaré.
¡Claro, tiene lógica! La ciencia necesita cuerpos enteros para experimentar, no acepta retales. Si ya te han sacado los órganos, no pretendas que la ciencia se interese por tu carcasa semi-vacía. No, como mucho puedes dar los órganos y después formar parte de un caldo.