Parafraseando a Jack Torrance, en su átona traducción española, sobre el rostro de un Jack Nicholson que se deshace en muecas:
–Jack: ¡Ven aquí, Wendy!
–Wendy: No me hagas daño, Jack
–Jack: Wendy, querida, luz-de-mi-vida, no voy a hacerte daño. Sólo voy a machacarte la cabecita con este bate.
Y en el preciso instante en que el servidor actualizó el nuevo post, el scroll comenzó a chorrear sangre. Berto había vuelto a su blog.